119 Bienaventurados los perfectos de
camino,
Los que andan en la ley de Jehová.
2 Bienaventurados los que guardan sus
testimonios,
Y con todo el corazón le buscan;
3 Pues no hacen iniquidad
Los que andan en sus caminos.
4 Tú encargaste
Que sean muy guardados tus mandamientos.
5 !!Ojalá fuesen ordenados mis caminos
Para guardar tus estatutos!
6 Entonces no sería yo avergonzado,
Cuando atendiese a todos tus mandamientos.
7 Te alabaré con rectitud de corazón
Cuando aprendiere tus justos juicios.
8 Tus estatutos guardaré;
No me dejes enteramente.
9 ¿Con qué limpiará el joven su camino?
Con guardar tu palabra.
10 Con todo mi corazón te he buscado;
No me dejes desviarme de tus mandamientos.
11 En mi corazón he guardado tus dichos,
Para no pecar contra ti.
12 Bendito tú, oh Jehová;
Enséñame tus estatutos.
13 Con mis labios he contado
Todos los juicios de tu boca.
14 Me he gozado en el camino de tus
testimonios
Más que de toda riqueza.
15 En tus mandamientos meditaré;
Consideraré tus caminos.
16 Me regocijaré en tus estatutos;
No me olvidaré de tus palabras.
17 Haz bien a tu siervo; que viva,
Y guarde tu palabra.
18 Abre mis ojos, y miraré
Las maravillas de tu ley.
19 Forastero soy yo en la tierra;
No encubras de mí tus mandamientos.
20 Quebrantada está mi alma de desear
Tus juicios en todo tiempo.
21 Reprendiste a los soberbios, los
malditos,
Que se desvían de tus mandamientos.
22 Aparta de mí el oprobio y el
menosprecio,
Porque tus testimonios he guardado.
23 Príncipes también se sentaron y
hablaron contra mí;
Mas tu siervo meditaba en tus estatutos,
24 Pues tus testimonios son mis delicias
Y mis consejeros.
25 Abatida hasta el polvo está mi alma;
Vivifícame según tu palabra.
26 Te he manifestado mis caminos, y me has
respondido;
Enséñame tus estatutos.
27 Hazme entender el camino de tus
mandamientos,
Para que medite en tus maravillas.
28 Se deshace mi alma de ansiedad;
Susténtame según tu palabra.
29 Aparta de mí el camino de la mentira,
Y en tu misericordia concédeme tu ley.
30 Escogí el camino de la verdad;
He puesto tus juicios delante de mí.
31 Me he apegado a tus testimonios;
Oh Jehová, no me averg:uences.
32 Por el camino de tus mandamientos
correré,
Cuando ensanches mi corazón.
33 Enséñame, oh Jehová, el camino de tus
estatutos,
Y lo guardaré hasta el fin.
34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley,
Y la cumpliré de todo corazón.
35 Guíame por la senda de tus
mandamientos,
Porque en ella tengo mi voluntad.
36 Inclina mi corazón a tus testimonios,
Y no a la avaricia.
37 Aparta mis ojos, que no vean la
vanidad;
Avívame en tu camino.
38 Confirma tu palabra a tu siervo,
Que te teme.
39 Quita de mí el oprobio que he temido,
Porque buenos son tus juicios.
40 He aquí yo he anhelado tus
mandamientos;
Vivifícame en tu justicia.
41 Venga a mí tu misericordia, oh Jehová;
Tu salvación, conforme a tu dicho.
42 Y daré por respuesta a mi avergonzador,
Que en tu palabra he confiado.
43 No quites de mi boca en ningún tiempo
la palabra de verdad,
Porque en tus juicios espero.
44 Guardaré tu ley siempre,
Para siempre y eternamente.
45 Y andaré en libertad,
Porque busqué tus mandamientos.
46 Hablaré de tus testimonios delante de
los reyes,
Y no me avergonzaré;
47 Y me regocijaré en tus mandamientos,
Los cuales he amado.
48 Alzaré asimismo mis manos a tus
mandamientos que amé,
Y meditaré en tus estatutos.
49 Acuérdate de la palabra dada a tu
siervo,
En la cual me has hecho esperar.
50 Ella es mi consuelo en mi aflicción,
Porque tu dicho me ha vivificado.
51 Los soberbios se burlaron mucho de mí,
Mas no me he apartado de tu ley.
52 Me acordé, oh Jehová, de tus juicios
antiguos,
Y me consolé.
53 Horror se apoderó de mí a causa de los
inicuos
Que dejan tu ley.
54 Cánticos fueron para mí tus estatutos
En la casa en donde fui extranjero.
55 Me acordé en la noche de tu nombre, oh
Jehová,
Y guardé tu ley.
56 Estas bendiciones tuve
Porque guardé tus mandamientos.
57 Mi porción es Jehová;
He dicho que guardaré tus palabras.
58 Tu presencia supliqué de todo corazón;
Ten misericordia de mí según tu palabra.
59 Consideré mis caminos,
Y volví mis pies a tus testimonios.
60 Me apresuré y no me retardé
En guardar tus mandamientos.
61 Compañías de impíos me han rodeado,
Mas no me he olvidado de tu ley.
62 A medianoche me levanto para alabarte
Por tus justos juicios.
63 Compañero soy yo de todos los que te
temen
Y guardan tus mandamientos.
64 De tu misericordia, oh Jehová, está
llena la tierra;
Enséñame tus estatutos.
65 Bien has hecho con tu siervo,
Oh Jehová, conforme a tu palabra.
66 Enséñame buen sentido y sabiduría,
Porque tus mandamientos he creído.
67 Antes que fuera yo humillado,
descarriado andaba;
Mas ahora guardo tu palabra.
68 Bueno eres tú, y bienhechor;
Enséñame tus estatutos.
69 Contra mí forjaron mentira los
soberbios,
Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
70 Se engrosó el corazón de ellos como
sebo,
Mas yo en tu ley me he regocijado.
71 Bueno me es haber sido humillado,
Para que aprenda tus estatutos.
72 Mejor me es la ley de tu boca
Que millares de oro y plata.
73 Tus manos me hicieron y me formaron;
Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.
74 Los que te temen me verán, y se
alegrarán,
Porque en tu palabra he esperado.
75 Conozco, oh Jehová, que tus juicios son
justos,
Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.
76 Sea ahora tu misericordia para
consolarme,
Conforme a lo que has dicho a tu siervo.
77 Vengan a mí tus misericordias, para que
viva,
Porque tu ley es mi delicia.
78 Sean avergonzados los soberbios, porque
sin causa me han calumniado;
Pero yo meditaré en tus mandamientos.
79 Vuélvanse a mí los que te temen
Y conocen tus testimonios.
80 Sea mi corazón íntegro en tus
estatutos,
Para que no sea yo avergonzado.
81 Desfallece mi alma por tu salvación,
Mas espero en tu palabra.
82 Desfallecieron mis ojos por tu palabra,
Diciendo: ¿Cuándo me consolarás?
83 Porque estoy como el odre al humo;
Pero no he olvidado tus estatutos.
84 ¿Cuántos son los días de tu siervo?
¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?
85 Los soberbios me han cavado hoyos;
Mas no proceden según tu ley.
86 Todos tus mandamientos son verdad;
Sin causa me persiguen; ayúdame.
87 Casi me han echado por tierra,
Pero no he dejado tus mandamientos.
88 Vivifícame conforme a tu misericordia,
Y guardaré los testimonios de tu boca.
89 Para siempre, oh Jehová,
Permanece tu palabra en los cielos.
90 De generación en generación es tu
fidelidad;
Tú afirmaste la tierra, y subsiste.
91 Por tu ordenación subsisten todas las
cosas hasta hoy,
Pues todas ellas te sirven.
92 Si tu ley no hubiese sido mi delicia,
Ya en mi aflicción hubiera perecido.
93 Nunca jamás me olvidaré de tus
mandamientos,
Porque con ellos me has vivificado.
94 Tuyo soy yo, sálvame,
Porque he buscado tus mandamientos.
95 Los impíos me han aguardado para
destruirme;
Mas yo consideraré tus testimonios.
96 A toda perfección he visto fin;
Amplio sobremanera es tu mandamiento.
97 !!Oh, cuánto amo yo tu ley!
Todo el día es ella mi meditación.
98 Me has hecho más sabio que mis enemigos
con tus mandamientos,
Porque siempre están conmigo.
99 Más que todos mis enseñadores he
entendido,
Porque tus testimonios son mi meditación.
100 Más que
los viejos he entendido,
Porque he guardado tus mandamientos;
101 De todo
mal camino contuve mis pies,
Para guardar tu palabra.
102 No me
aparté de tus juicios,
Porque tú me enseñaste.
103 !!Cuán
dulces son a mi paladar tus palabras!
Más que la miel a mi boca.
104 De tus
mandamientos he adquirido inteligencia;
Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.
105 Lámpara
es a mis pies tu palabra,
Y lumbrera a mi camino.
106 Juré y
ratifiqué
Que guardaré tus justos juicios.
107 Afligido
estoy en gran manera;
Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.
108 Te
ruego, oh Jehová, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi
boca,
Y me enseñes tus juicios.
109 Mi vida
está de continuo en peligro,
Mas no me he olvidado de tu ley.
110 Me
pusieron lazo los impíos,
Pero yo no me desvié de tus mandamientos.
111 Por
heredad he tomado tus testimonios para siempre,
Porque son el gozo de mi corazón.
112 Mi
corazón incliné a cumplir tus estatutos
De continuo, hasta el fin.
113 Aborrezco
a los hombres hipócritas;
Mas amo tu ley.
114 Mi
escondedero y mi escudo eres tú;
En tu palabra he esperado.
115 Apartaos
de mí, malignos,
Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.
116 Susténtame
conforme a tu palabra, y viviré;
Y no quede yo avergonzado de mi esperanza.
117 Sosténme,
y seré salvo,
Y me regocijaré siempre en tus estatutos.
118 Hollaste
a todos los que se desvían de tus estatutos,
Porque su astucia es falsedad.
119 Como escorias
hiciste consumir a todos los impíos de la tierra;
Por tanto, yo he amado tus testimonios.
120 Mi carne
se ha estremecido por temor de ti,
Y de tus juicios tengo miedo.
121 Juicio y
justicia he hecho;
No me abandones a mis opresores.
122 Afianza
a tu siervo para bien;
No permitas que los soberbios me opriman.
123 Mis ojos
desfallecieron por tu salvación,
Y por la palabra de tu justicia.
124 Haz con
tu siervo según tu misericordia,
Y enséñame tus estatutos.
125 Tu
siervo soy yo, dame entendimiento
Para conocer tus testimonios.
126 Tiempo
es de actuar, oh Jehová,
Porque han invalidado tu ley.
127 Por eso
he amado tus mandamientos
Más que el oro, y más que oro muy puro.
128 Por eso
estimé rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas,
Y aborrecí todo camino de mentira.
129 Maravillosos
son tus testimonios;
Por tanto, los ha guardado mi alma.
130 La
exposición de tus palabras alumbra;
Hace entender a los simples.
131 Mi boca
abrí y suspiré,
Porque deseaba tus mandamientos.
132 Mírame,
y ten misericordia de mí,
Como acostumbras con los que aman tu nombre.
133 Ordena
mis pasos con tu palabra,
Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
134 Líbrame
de la violencia de los hombres,
Y guardaré tus mandamientos.
135 Haz que
tu rostro resplandezca sobre tu siervo,
Y enséñame tus estatutos.
136 Ríos de
agua descendieron de mis ojos,
Porque no guardaban tu ley.
137 Justo
eres tú, oh Jehová,
Y rectos tus juicios.
138 Tus
testimonios, que has recomendado,
Son rectos y muy fieles.
139 Mi celo
me ha consumido,
Porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.
140 Sumamente
pura es tu palabra,
Y la ama tu siervo.
141 Pequeño
soy yo, y desechado,
Mas no me he olvidado de tus mandamientos.
142 Tu
justicia es justicia eterna,
Y tu ley la verdad.
143 Aflicción
y angustia se han apoderado de mí,
Mas tus mandamientos fueron mi delicia.
144 Justicia
eterna son tus testimonios;
Dame entendimiento, y viviré.
145 Clamé
con todo mi corazón; respóndeme, Jehová,
Y guardaré tus estatutos.
146 A ti
clamé; sálvame,
Y guardaré tus testimonios.
147 Me
anticipé al alba, y clamé;
Esperé en tu palabra.
148 Se
anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche,
Para meditar en tus mandatos.
149 Oye mi
voz conforme a tu misericordia;
Oh Jehová, vivifícame conforme a tu juicio.
150 Se
acercaron a la maldad los que me persiguen;
Se alejaron de tu ley.
151 Cercano
estás tú, oh Jehová,
Y todos tus mandamientos son verdad.
152 Hace ya
mucho que he entendido tus testimonios,
Que para siempre los has establecido.
153 Mira mi
aflicción, y líbrame,
Porque de tu ley no me he olvidado.
154 Defiende
mi causa, y redímeme;
Vivifícame con tu palabra.
155 Lejos
está de los impíos la salvación,
Porque no buscan tus estatutos.
156 Muchas
son tus misericordias, oh Jehová;
Vivifícame conforme a tus juicios.
157 Muchos
son mis perseguidores y mis enemigos,
Mas de tus testimonios no me he apartado.
158 Veía a
los prevaricadores, y me disgustaba,
Porque no guardaban tus palabras.
159 Mira, oh
Jehová, que amo tus mandamientos;
Vivifícame conforme a tu misericordia.
160 La suma
de tu palabra es verdad,
Y eterno es todo juicio de tu justicia.
161 Príncipes
me han perseguido sin causa,
Pero mi corazón tuvo temor de tus palabras.
162 Me
regocijo en tu palabra
Como el que halla muchos despojos.
163 La
mentira aborrezco y abomino;
Tu ley amo.
164 Siete
veces al día te alabo
A causa de tus justos juicios.
165 Mucha
paz tienen los que aman tu ley,
Y no hay para ellos tropiezo.
166 Tu
salvación he esperado, oh Jehová,
Y tus mandamientos he puesto por obra.
167 Mi alma
ha guardado tus testimonios,
Y los he amado en gran manera.
168 He
guardado tus mandamientos y tus testimonios,
Porque todos mis caminos están delante de ti.
169 Llegue
mi clamor delante de ti, oh Jehová;
Dame entendimiento conforme a tu palabra.
170 Llegue
mi oración delante de ti;
Líbrame conforme a tu dicho.
171 Mis
labios rebosarán alabanza
Cuando me enseñes tus estatutos.
172 Hablará
mi lengua tus dichos,
Porque todos tus mandamientos son justicia.
173 Esté tu
mano pronta para socorrerme,
Porque tus mandamientos he escogido.
174 He
deseado tu salvación, oh Jehová,
Y tu ley es mi delicia.
175 Viva mi
alma y te alabe,
Y tus juicios me ayuden.
176 Yo
anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo,
Porque no me he olvidado de tus mandamientos.
Salmo 119