Querido Padre Celestial.
Vengo a Ti en el Nombre de Jesucristo Tu Hijo. Yo admito
que Yo estuve envuelto en las falsas enseñanzas y te pido Tu perdón. Gracias a
Ti por Tu Sangre que me limpia y santifica. Gracias a Ti por Tu Palabra que es
la Verdad, y que la Verdad me hace libre.
Yo renuncio a cada Templo
Mormón y me libero de los cuarteles en Salt
Lake City así como con cualquier otro templo alrededor del mundo, que
podría tener un efecto en mi o en mi familia, en el Nombre de Jesucristo.
Yo renuncio a la adoración
del templo donde yo recibía la llamada “sagrada información” y donde yo era
“transformado”.
Yo renuncio a cada preparación, a cada acto de tratar de
ser digno, y a cada condición donde yo traté de cumplir.
Yo renuncio a los juicios
de obispo quien es designado como un juez en Israel, y quien fue
responsable de representar al Señor en declararme culpable para ser admitido en
el templo.
Yo declaro que ningún edificio construido de piedra sobre
esta tierra es sagrado y que el Verdadero Templo del Señor es el Cuerpo de los
Creyentes en Jesucristo (1 Corintios
12:27).
Yo renuncio al templo
como una gran escuela y una casa de aprendizaje.
Yo renuncio que las ordenanzas
del templo se supone que abarcan todo el plan de salvación.
Yo renuncio a cada habitación en los templos, donde yo
caminaba y participaba en los diferentes rituales. Te pido a Ti, Señor, que
borres mis huellas en el espíritu, donde he caminado en estos templos, con Tu
escoba de destrucción.
Yo renuncio a la idea (focus-enfoque) que tenía del
templo, la (idea), el (enfoque) que le di a mi hijo para que adorara al templo
como algo sagrado, y mi creencia en que estas oscuras enseñanzas espirituales
son las únicas válidas en el templo.
Yo renuncio a la fe en el Libro del Mormón, compilado por José Smith, basado en una reunión con el Ángel Moroni.
Yo admito que tengo pecado por añadir esto a la Palabra del Dios.
Yo admito que tengo pecado por añadir esto a la Palabra del Dios.
Yo renunció a la fe de que este Libro del Mormón es la
verificación y el testimonio de la Biblia. Yo rompo (sever myself) con todas
las falsas enseñanzas de José Smith.
Yo renuncio a los dos
espíritus Príncipes que gobiernan sobre la iglesia Mormona, llamada Moroni y Mannasseh.
Yo me libero de estos dos nombres en el Nombre de Jesucristo.
Yo renuncio a la autoridad de la jerarquía de la Iglesia
Mormona llamada: la Primera Presidencia, el Consejo de los Doce actuando como
Profetas, Videntes y Reveladores, en el Nombre de Jesuscristo de Nazareth.
Yo renuncio a las enseñanzas de que:
·
La Deidad está separada en tres unidades.
·
Dios tiene un cuerpo de carne y es, por lo tanto, limitado
a un solo lugar en un tiempo específico.
·
Jesús es el primero nacido del hijo de Dios y que Su
posición Dios se atribuye sólo a su obediencia.
·
El trabajo de reconciliación de Jesús no es para la
salvación de las almas, pero salva a la tierra de la muerte.
·
Jesús murió únicamente por el pecado de Adán.
·
Nuestros pecados pueden únicamente ser lavados a distancia
a través del bautismo.
·
El Espíritu Santo está limitado a un solo lugar en un
tiempo específico únicamente.
·
El Espíritu Santo es la más pura y más refinada de todas
las sustancias, un Piadoso líquido.
·
Toda persona es un dios sobre por encima de sus
subordinados espirituales.
Yo confieso que Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son uno, aunque funciones como personalidades separadas.
Yo confieso que la Sangre de Jesuscristo nos limpia de todo pecado. ¡Su sacrificio fue
perfecto y completo!
Yo renuncio a la enseñanza de que la caída del hombre, no
tiene efecto sobre la humanidad y de que cada persona pagará por sus propios
pecados.
Yo renuncio la enseñanza de que la caída del hombre trajo
gozo (alegría) eterno y felicidad. Yo admito que, de acuerdo con la Palabra de
Dios, nosotros somos concebidos y nacidos en pecado, y sin arrepentimiento de
que la paga del pecado es la muerte.
Yo renuncio a las enseñanzas de que a través del bautismo Yo recibo la vida eterna. Yo renuncio a la mentira de que los vivos pueden ser bautizados, en el nombre de los muertos.
Yo confieso que el bautismo por sumersión es un paso de obediencia,
no un requerimiento para la salvación.
·
Yo renuncio a mi bautismo del Templo Mormón, como una
sagrada ordenanza así como a cada sacramento que yo seguí, como una renovación
del pacto para retener la remisión de mis pecados.
·
Yo renuncio al poder
del sello, que la Iglesia Mormona ejerció sobre mí y mi familia. Yo
renuncio a las, así llamadas, llaves de
autoridad que la Iglesia Mormona usa sobre mí y mi familia.
[Sellos, llaves y Sacerdocio están íntimamente ligados.
Las así llamadas llaves pertenecen al Presidente de la Iglesia –al profeta,
vidente, y revelador. Muy pocos hombres mantienen este “poder de sellado” sobre
la tierra en cualquier momento dado‑ tu únicamente puedes obtener este “poder”
proveniente del profeta, vidente y el revelador y Presidente de la Iglesia de
Jesuscristo de los santos de los últimos días. Todas las cosas que no son
selladas por este “poder”, están supuestamente teniendo un fin cuando mueren
los hombres. A menos que el bautismo o matrimonio tiene este “sello duradero”,
se supone que las personas no serán admitidas en el reino celestial. Todas las
cosas ganan fuerza duradera validada por el “poder del sello”. ¡Tan comprensivo
es este poder, que abarca las ordenanzas efectuadas por los vivos y muertos! ¡Se supone que es para sellar
a los niños en la tierra, hasta sus padres que van delante y forma parte de la cadena patriarcal duradera, que existe
eternamente entre los seres exaltados!].
·
Yo renuncio a todo poder
para sellar a la familia, a los vivos y muertos, y yo los desato a cada uno
de ellos, en el Nombre de Jesuscristo.
·
Yo me libero de todos los “visitas” celestiales.
·
Yo
renuncio a cada uno de los, así llamados, “pactos sagrados” que yo hice en el
Templo Mormón.
Cada pacto hecho en:
·
Matrimonios
·
Bautismos
·
Ordenaciones de sacerdotes.
·
Cada contrato.
·
Cada obligación (compromiso-deber).
·
Cada actuación (celebración).
De acuerdo con las leyes de la Iglesia Mormona, yo renuncio y los declaro nulos e invalidados en el Nombre de Jesucristo.
·
Yo renuncio a los pactos (convenios) que yo hice para
dedicar mi tiempo, talentos y conocimientos para la Iglesia Mormona.
·
Yo renuncio a los pactos (convenios) que yo hice para dar
mis recursos en tiempo y dinero y talentos –todo lo que yo soy y todo lo
que yo poseo para el interés de la Iglesia Mormona. Soy redimido de nuevo, en
cada segundo de mi vida, cada centavo, cada talento, don o habilidad, en el
Nombre de Jesuscristo de Nazareth.
·
Yo renuncio al templo como el centro de mis pactos. Yo renuncio al templo como la fuente de los pactos.
·
Yo renuncio al templo como el verdadero centro de la fuerza
espiritual de la Iglesia.
·
Yo renuncio al, así llamado, “espíritu de Elijah”, quien motivó en mi, el deseo de estar
atendiendo a la genealogía y al trabajo del templo. Este espíritu me dejó
inquieto por el bienestar de mis antepasados y me llevó al culto a los muertos.
·
Yo renuncio a la creencia de que recibiendo el, así
llamado, espíritu de Elijah, yo podía redimirme de la muerte y conectarme a mí
mismo con mis antepasados en el cielo, y sellar a nuestros muertos, para que
salgan en la primera resurrección.
·
Yo renuncio al, así llamado, poder de Elijah y a la fábula
(fable) de las “llaves del reino de Jehovah”. (En ell “poder de Elijah” se
quiere sellar a los que moran en la tierra, por los que moran en el cielo).
·
Yo renuncio al, así llamada, cobertura del escudo de
protección que mi trabajo en el templo provee.
Yo renuncio a las enseñanzas de que:
·
Hay un más alto cielo, donde los más ejemplares creyentes
vivirán y reinarán sobre los otros creyentes, en la misma relación que tiene el
Padre Dios con nosotros.
·
Hay una segunda tierra-cielo, donde reinciden los
creyentes descarriados, los que no aceptan a Dios y los que no acatan la ley,
vivirán.
·
Hay un lugar preparado (perdición) únicamente para satán,
sus ángeles caídos y aquellos que han cometido pecados imperdonables.
Yo confieso que hay un infierno donde satán, sus ángeles caídos y todos aquellos quienes no acepten a Jesucristo, estarán por toda la eternidad.
Yo confiero que hay un cielo, donde todas las almas
salvadas vivirán, hasta que Dios haya creado la nueva tierra y la Nueva
Jerusalem.
Yo renuncio al principio de Bigamia/Poligamia y la implicación, de que el número de esposas es
una indicación del nivel de espiritualidad (¡Entre más esposas, mayor será su
recompensa en el paraíso!)
Yo renuncio a la enseñanza de que ninguna mujer puede
obtener el esplendor celestial, sin su marido; asimismo, ningún hombre puede
obtenerlo, sin tener al menos una esposa.
Yo renuncio a los dos principales consejos que integran a
la iglesia, llamados Sacerdocio de Aaron
y la Orden de Melchizedek. Yo
reconozco la enseñanza de la Palabra de Dios, de que cada creyente es un sacerdote, un profeta y un rey y que
cualquiera, puede ser llamado y ungido por Dios para estar en el ministerio
Quíntuple.
Yo renuncio a la Ceremonia de Dotación del Templo Mormón.
·
Yo renuncio a las ordenanzas de lavado, unción, y vestimenta en la Prenda (Garment) del Santo Sacerdocio, así como el ordenamiento en
nombre de la persona fallecida.
·
Yo me declaro libre (I cut myself free) de todas las
instrucciones de vestir las prendas, a lo largo de mi vida y yo renuncio a todo
pacto que hice, con respecto a la prenda y su significado para mi vida.
·
Yo renuncio al Nuevo
Nombre que me fue dado a mí, como una palabra
clave
·
Yo renuncio a la prenda,
que me fue dada representando la vestimenta dada a Adam, cuando él fue
encontrado desnudo. Yo renuncio a ese, así llamado, escudo de protección que esta prenda sería para mí si yo la
llevara, a lo largo de mi vida.
·
Yo renuncio a la completa dotación que he recibido en esta
ceremonia y le pido a Nuestro Señor, remover de mi todos los juramentos pronunciados por la Iglesia Mormona (should I violate these so-called sacred
obligations).
·
Yo renuncio a “conocimiento profundo de las Verdades Eternas”,
constituyendo la Dotación y la cual yo promulgué y participé en ellos como una
representación simbólica.
·
Yo renuncio a los, así llamados, “privilegios de trabajo
por la muerte”, los cuales me permite entrar al templo frecuentemente, “para
refrescar mi memoria, agrandar mi comprensión de la Dotación (creación)”.
·
Yo renuncio a cada trabajo del templo que yo hice, en el
nombre de los fallecidos.
Yo renuncio a las voces que representan el “consejo de los dioses” Elohim, Jehovah y Miguel. Yo
renuncio a la falsa trinidad, llamada el consejo de los dioses, en el Nombre de
Jesucristo.
Yo renuncio a la creencia de que Miguel, uno de los dioses
del consejo, se convirtió en el hombre, Adam.
Yo renuncio a la creencia en el dualismo, que cada cosa tiene su opuesto, tales como el bien y el
mal, luz y oscuridad, placer y dolor.
Yo renuncio a la, así llamada, “ley de obediencia”.
Yo renuncio a la, así llamada, “ley del sacrificio” y rompo el pacto que yo me (I was place) puse
para observarlo.
Yo renuncio a mi creencia en el falso Cristo –la promesa de un “salvador”.
Yo renuncio al Primer
Símbolo del Sacerdocio Aarónico,
con el nombre que lo acompaña, su signo (seña o señal) y castigo (pena). Yo renuncio a la sagrada naturaleza de las señales del
Sacerdocio y yo rompo el pacto solemne que he hecho, de no revelar estas
señales, así como los nombres que los acompañan, señales (signos) y castigos,
incluso con el riesgo de mi vida.
Yo cancelo la ejecución de los castigos, que se colocaron sobre mí para indicar diferentes formas en las cuales mi vida puede ser tomada, si yo alguna vez revelo estas señales.
Yo renuncio al ritual donde Adam es llamado tres veces por
“dios”, para escuchar las palabras de su boca, y en donde satanás apareció como
dios de este mundo.
Yo renuncio al espíritu guía de Pedro, Santiago y Juan, enviados como “apóstoles”, a partir de que el Señor me visitó
e instruyó en el Mundo Telestial (Telestial World).
Yo renuncio a la “ley
del envangelio”, como está contenida en el Libro del Mormón y en la Biblia
y Yo rompo el pacto que yo fui puesto (I was placed under) en el Nombre de Jesucristo.
Yo renuncio a los detalles del pacto, para evitar todo
espíritu de luz, carcajadas, hablar mal de los ungidos del Señor y tomar el
nombre del Señor en vano.
Yo renuncio a la “Túnica
del Sagrado Sacerdocio”, que me fue puesta en mi hombro izquierdo, de
acuerdo con la orden del “Sacerdocio
Aarónico”.
Del
Ritual de Duncan de la Francmasonería.
Yo renuncio a la segunda
señal (token) del Sacerdocio
Aarónico, con sus nombres, señales y castigos. Yo renuncio al nombre de esta señal, que se supone que es
mi primer nombre.
Yo renuncio al ritual donde la túnica del sacerdocio
sagrado, fue cambiada a mi hombro
derecho, oficializando las ordenanzas del “Sacerdocio Melchizedek”.
Yo renuncio al llamado del Obispado de actuar en el Sacerdocio Aarónico.
Yo renuncio a la Ley
de Castidad y rompo el pacto en que yo fui puesto, de obedecer esta ley.
Yo renuncio a la Primera
Señal (Toque, Saludo, Token) del
Sacerdocio Melchizedek o la Señal de la Uña con su nombre acompañante, señal
y castigo.
Yo renuncio al nombre de “el hijo” de la primera señal
(toque, saludo, token) del Sacedocio
Melchizedek.
Yo renuncio al Libro
de las “Doctrinas y Pactos” y al libro “Perla
de Gran Precio”, que me fue dado a mí, así como a la “Ley de la Consagración” que yo he recibido por el pacto. Yo rompo
este pacto ahora en el Nombre de Jesucristo. Yo admito que he pecado, añadiendo
ésta a la Palabra de Dios.
Yo renuncio a mi fe y confianza en el falso sacerdocio Yo
admito que he pecado por estar siguiendo sus consejos y por someterme bajo
estas autoridades impías.
Yo proclamo que he tenido acceso a mi Padre Celestial, a través de Jesucristo. Mi salvación no depende en cualquiera de las otras autoridades sacerdotales (o cualesquiera de otras autoridades sacerdotales).
Yo renuncio a todas las palabras que fueron habladas sobre
mi vida, deseos que fueron escritos y hablados durante las bendiciones sacerdotales,
y yo me libero de cualquier cosa que fue hablada sobre mí, a través de la
imposición de manos por parte del poseedor del Sacerdocio Patriarcal.
Yo renuncio a la Segunda
Señal (Saludo, Toque, Token) del
Sacerdocio Melchizedek, el apretón
Patriarcal o el signo (señal) seguro
de la Uña o la Uña en el Lugar
Seguro, dado a mi junto con su signo (señal). (En la palma es la señal de
la uña, en la muñeca es la señal segura de la uña y en la uña en el Lugar
Seguro).
Yo renuncio al ritual de “pasando a través del velo”, dentro del supuesto “Reino Celestial”.
El Velo del Templo. Entrada al Reino
Celestial
Yo renuncio (para la mujer) al velo en mi rostro. Yo
declaro que yo puedo ir con Dios, mi Padre con el rostro descubierto justo en
Su Presencia, por el perdón de Nuestro Señor Jesucristo.
Yo renuncio a mi fe
en el velo con todas las marcas
y el mazo.
·
Yo renuncio a la marca
del cuadrado, sugiriendo la excitación de la mente y el mantener el honor
en los pactos iniciados, dentro del día de mi ceremonia.
·
Yo renuncio a la marca
del compás, lo que surgiere una mente sin desviación del trayecto, que
conduce a la vida eterna, un constante recordatorio de este deseo, apetito y
pasión son mantenidos con los límites (obligaciones) que el Señor ha
establecido, y que toda la verdad puede ser circunscrita a “Un gran todo”.
·
Yo renuncio a la marca
del ombligo (centro), sugiriendo la necesidad de la mente de un constante
alimento, para el cuerpo y el espíritu. Con la Espada del Espíritu yo corto el
cordón umbilical espiritual que me ata con la Iglesia Mormona y el templo.
·
Yo renuncio a la marca
de la rodilla, sugiriendo que cada rodilla se inclinará (arrodillará,
doblará) y cada lengua deberá confesar que Jesús es el Cristo. I renuncio a
arrodillarme (inclinarme, doblarme) a este falso Cristo como mi señor.
·
Yo renuncio a las otras tres marcas por conveniencia
(convenience) del velo.
·
Yo renuncio al Nuevo Nombre ______________________ que yo
me convertí en el Templo. Yo confieso y renuncio a la fe que tuve cuando yo
creía y necesitaba de este nombre, para pasar por el ángel en el último día del
juicio.
·
Yo declaro que he tengo salvación únicamente a través y en
el Nombre de Jesucristo de Nazareth.
·
Yo declaro que el velo en el templo se rasgó por la muerte
de Jesucristo y esto me ha dado libre acceso, a acercarnos confiadamente ante
el Padre (Hebreos.
10: 19; 2 Corintios. 3: 16-18).
Yo renuncio a la “gloria, honor y dotación de los niños de Zion”, que yo
recibí por participar en estos rituales.
Yo renuncio a los “misterios de devoción”, las llaves del sacerdocio, en
el Nombre de Jesucristo.
Yo renuncio a los Cinco Puntos de
la Comunidad que he recibido, a través del velo. Yo renuncio a la Señal (Signo, Saludo, Toque, Taken) –Salud en el ombligo, la médula en
los huesos, fuerza (en) de los leones
y en los tendones, poder en el Sacerdocio hecho sobre mí (be on me) y en mi posteridad, a través
de todas las generaciones del tiempo y por toda la eternidad”.
|
|
. Del Ritual de Duncan de la
Francmasonería
Yo renuncio a la oración del círculo Mormón y a la supuesta “verdadera
orden de la oración”.
Yo renuncio a cada oración de deseo que hice y que será dicha para mí
(por) en el futuro, por aquellos participantes en el círculo del templo de la
oración. Yo renuncio a cada oración en la que yo era parte del círculo de
oración y en la, así llamada, “verdadera orden de la oración”.
Yo rompo toda maldición, que ha dado como resultado de todos los pactos
que hice y juramentos que juré en los altares de la Iglesia Mormona. Yo te pido
Señor remuevas todos los juramentos y contragolpes (backlash) y reviertas cada
maldición en bendición, en el Nombre de Jesucristo. Yo rompo cada maldición que
se ha dado, como resultado de los Juramentos (votos) de silencio que yo juré,
en el Nombre de Jesucristo.
Yo escojo caminar en la Luz y no tener comunidad con la oscuridad.
(Efesios 5:12,13).
Yo me libero (corto) a mí mismo y a los miembros de mi familia, de la
Iglesia Mormona, en el Nombre de Jesucristo. Tu Palabra dice que si yo confieso
mis pecados y los pecados de los antepasados, Serás fiel y justo para
perdonarme mis pecados y limpiarme continuamente de toda injusticia. (1 Juan
1:9).
Gracias Señor; soy redimido por la Sangre del Cordero y por la Palabra de mi testimonio (Revelaciones 12:11).
En el poderoso nombre de Jesucristo yo oro,
AMEN!
Ese es un producto de Kanaan Ministries, un
ministerio sin fines de lucro bajo la cobertura de:
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Vanderbijlpark
Pastor Edward Gibbens
Contacto: Sharmain Joubert
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ResponderBorrarNunca había visto una oración que dejara a una persona totalmente desprotegida como ésta
ResponderBorrarJajaja me rio y no me dejo de reír con tremenda inmadurez, quien escribió esto? Es la peor ridiculez que he visto
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