“Cuando Los Santos Ángeles fueron creados en la tarde del primer día, no entendían su creación, pensaban dentro de ellos mismos, que eran seres auto existentes y no creados. En la mañana del primer día, Dios dijo con voz dominante, sea la Luz y de inmediato la Luz fue creada. Cuando los ángeles vieron la creación del que es Luz, ellos sabían con certeza, que quién había hecho la Luz, los había creado. Y ellos gritaron, a gran voz, y lo alabaron y se maravillaron de Su creación de La Luz. Y como dice en Job, cuando creé la estrella de la mañana, mis ángeles me elogiaron.” (Libro de la Abeja escrito en el siglo X por un obispo Sirio llamado Shelemon de la Iglesia de Oriente
Nestoriana.)
Somos el producto y consecuencia de una antigua guerra que se nos ha vetado recordar, 1/3 de ángeles se rebeló, otro 1/3 defendió el Trono pero un último 1/3 se mantuvo neutral eligiendo ser tibios a la hora de la verdad. Libros antiguos como el manuscrito de la Abeja y otros apócrifos además de la Biblia, detallan la pre-existencia del Ser, y un ejemplo sencillo es el relato donde YHWH aborrece a Esaú cuando aún no había nacido, ¿como se puede aborrecer a un bebé no nacido?, pues se trata de la Encarnación de los Hijos de Dios y seguramente Esaú fue una de las potestades que promovió la sedición en los cielos.
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