jueves, 4 de febrero de 2016

Credo Mutwa en el Libro de Zen García "Hijos de Dios"




Por Zen García


En la siguiente parte de este capítulo, me gustaría presentar al lector las ideas importantes, de un africano Zulú sangoma, llamado Credo Mutwa, nacido el 21 de Julio de 1920, de padre cristiano y madre Zulú. A la edad de catorce años, Credo fue iniciado, por una de las hijas de su abuelo, una sangoma, enseñada ella misma por el abuelo de Credo, un anciano de la sabiduría tradicional africana.

Ha llevado a cabo algunas entrevistas muy profundas, con David Icke y Rick Martin, la cual, tomada en tangente, provee una profunda visión de la historia antigua de este planeta y sus interacciones, con la antigua raza de reptiles que yo llamo el nacash. En su conocimiento tradicional, Credo alude a Satanás como una serpiente, un hechicero al igual que el nacash, que se describe en Génesis 3 y la Sabiduría de Salomón. En su lengua tribal el nacash se los llama Chitauri o Chitauli, que significa “los dictadores, los que nos hablan de la ley”. Conocida como Jabulón, en su tradición, Satanás es —de acuerdo con su gente— el rey de los Chitauri que, como el basilisco o Medusa de la mitología Griega, posee el poder de matar a los seres humanos por la vista. Adoctrinados en leyendas, mitologías y las tradiciones antiguas, nosotros no estamos privados de escuchar el conocimiento que Credo conserva, el cual, —si lo profundizamos en— confirmará el relato bíblico de estos antiguos seres dragón, habiendo estado aquí, muchos antes de la presencia de la humanidad moderna en este planeta.

Pero, cuando los Chitauri llegaron a África le dijeron a nuestra gente, que eran dioses y que ellos iban a darnos a nosotros, los seres humanos, grandes regalos con una condición. Tuvimos que adorarlos y aceptarlos como nuestros creadores. Algunos dijeron a nuestra gente, que eran nuestros hermanos mayores, y que esta Tierra les había producido hace generaciones. Y ellos dijeron, que habían regresado a la matriz verde de su madre y que ellos iban a hacernos dioses.

Jabulón, señor, es un dios muy extraño, supuestamente, es el líder de los Chitauri. Él es un dios, para mi gran sorpresa, el cual me encontré a ciertos grupos de personas Blancas,  especialmente, adorándoles. Hemos sabido de Jabulón por muchos, muchos siglos, nosotros los Negros. Pero estoy sorprendido que hay gente blanca, que adora a este dios y estas personas, entre ellos, son gente quienes, muchos, les han culpado por todas las cosas que han sucedido en la Tierra, es decir, la gente Masónica (Masones). Creemos que Jabulón es el líder de los Chiaturi. Él es el viejo. Y uno de sus nombres, en el idioma africano, señor, es Umbaba- Samahongo- el señor rey, el gran padre de los terribles ojos porque creemos que Jabulón tiene un ojo, que si lo abre, se muere si te mira.

Antes que los seres humanos fueran creados en este planeta, había existido una raza muy sabia de gentes, conocidas como los Imanyukela. Estas personas habían venido de la constelación, conocida por la gente blanca como Orión, y habían habitado nuestra Tierra, durante miles y miles de años. Y que antes habían dejado nuestra Tierra, para volver una vez más a la constelación de la Araña sagrada, que hizo una gran evacuación debajo de la Tierra,  debajo de las montañas de Ruwensory y las montañas de la Luna. Y en el fondo de las entrañas de la Madre Tierra, los Imanyunkela, construyeron una ciudad d edificios de cobre. Una ciudad con una muralla de plata a su alrededor. Una ciudad construida en la gran montaña de cristal puro. La montaña del conocimiento. La montaña de la que todo el conocimiento viene sobre la Tierra. Y una montaña, en la cual, todo el conocimiento de la Tierra vuelve en última instancia.

No importa a dónde vaya en África, no importa qué tan profundo en el interior del continente oscuro que pises, encontrarás historias muy antiguas, las cuales son increíblemente similares. Encontrarás tribus y razas africanas, quienes te dirán que son descendientes de los dioses, que vinieron de los cielos hace miles de años. Algunos, sin embargo dicen, que esos dioses vinieron a ellos desde el mar, en barcos mágicos hechos de cañas o madera o cobre o, incluso oro. En algunos casos, estos dioses y diosas son descritos como hermosos seres humanos, cuyas pieles eran  azul brillante o verde o incluso plata. Pero, la mayoría de las veces, usted encontrará que se dice que estos grandes dioses, especialmente, los que vinieron del cielo no eran humanos, criaturas escamosas, quienes vivieron la mayor parte del tiempo en el barro o en el agua. Criaturas de una apariencia extremadamente alarmante y horriblemente fea. Algunos dicen que estas criaturas eran como los cocodrilos, con dientes y mandíbulas como de cocodrilo, pero con grandes cabezas redondas. Algunos dicen que estas criaturas son muy altas, con cabezas de serpiente, insertadas en largos cuellos delgados, los brazos y piernas muy largos. Son aquellos que se nos dice, que esos son los dioses que vinieron del cielo, viajando a través de la Tierra en botes mágicos, hechos de metal brillante, plata, cobre u oro. Barcos que tenían la capacidad de navegar sobre el agua o incluso, volar por el cielo como pájaros. En toda África, se nos dice que estos misteriosos seres, enseñaron a los seres humanos muchas cosas. Enseñaron a los seres humanos como tener Leyes, el conocimiento de hierbas, la medicina, el conocimiento de las artes y el conocimiento de los misterios de la creación y el cosmos, como un todo. Se nos dice que, algunos de estos dioses, tenían la capacidad de cambiar sus formas a voluntad. Tenían la capacidad de asumir la forma y la apariencia, de cualquier criatura que hay en la Tierra, cada vez que tenían una buena razón para hacerlo. Un dios del cielo podría, incluso, convertirse así mismo en un rinoceronte y elefante. O incluso, una cigüeña, un dios del cielo, podría convertirse, incluso, en una roca o un árbol.

En África estos misteriosos dioses son conocidos por varios nombres; en África occidental, en la tierra de la gente Bumbara, estos anfibios o reptiles, dioses del cielo, se conocen como Zishwezi. La palabra Zishwezi significa, cualquiera de los nadadores o los buzos o los planeadores. Se decía que estos dioses del cielo, podían bucear por encima de las nubes, a la parte superior de una montaña, cada vez que les daba la gana, sino que también podría tener inmersiones profundas en el fondo del océano y de allí, recoger objetos mágicos y luego llevarlos a la orilla, colocarlos a los pies de la gente atónita de color (negros).

En la tierra del pueblo Dogon, nos encontramos con el famoso Nommo, una raza de seres reptiles o anfibios, que decían venir de la estrella Sirio para dar conocimiento y la religión, para el pueblo negro de Dogon… A uno le dicen que cuando el Nommo llegó del cielo, en su fantástico barco del cielo, había varios de ellos, trece o catorce de ellos. Y crearon un lago, alrededor de su barco de cielo y cada mañana, ellos solían nadar de su barco del cielo, a la orilla del lago y allí predicar al pueblo, que se reunían en gran número alrededor del lago. Se dice que antes de que el Nommo se marchara, volvía con un gran ruido, de nuevo a su estrella madre, que primero eligió a uno de su número, mató a este y cortó su cuerpo en pedazos pequeños y luego, dio estas piezas al pueblo reunido, para comer en el primer ritual sacrificial de su tipo en el mundo. Cuando la gente, había comido de la carne sagrada de la criatura de las estrellas y bebieron su sangre, mezclada con agua, el Nommo tomó la mandíbula inferior de su criatura, y por un increíble efecto de la magia, llevó a toda la criatura de regreso a la vida. Se nos dijo que ésta, es la manera que el Nommo enseñó a nuestra gente, que no hay muerte y que atrás de cada muerte, habrá una resurrección.

En las Américas, en el sur de América Central, y sobre todo, la serpiente emplumada se llama Quetzalcóatl, y entre mi pueblo, los zulúes, encontramos la creencia en una serpiente llamada Yndlondlo. El Yndlondlo se dice que es una gran mamba, o un enorme pitón, cuyo cuello está cubierto de plumas azul grisáceas, como las plumas de una grulla azul, y en la parte superior de la cabeza de las serpientes, crecen tres plumas. Una verde, una roja y una blanca, que parecía un enorme avestruz con plumas en la cola. El Yndlondlo como el Quetzalcóatl Americano (Sur), se asocia con el hijo de Dios.
Credo Mutwa

Me gustaría destacar algunas cosas, que Credo habló en este testimonio. Primero noten que el Chitauri o Chitauli, como el Annunaki o Nefilim, son reptiles en naturaleza y descienden de los cielos a la Tierra, para iniciar contactos formales con culturas humanas, pre-adámicas, aún sin desarrollar tecnología y una estructura organizacional. La ayuda de los caídos a estas culturas pre-adámicas primitivas, llegó a ser esencial para el rápido avance y establecimiento, de lo que llegó a ser las sociedades complejas y altamente organizadas. Fomentando el desarrollo, los caídos levantaron civilizaciones en imperios antiguos, sofisticados en la construcción social y la planificación civil compleja. Estas pirámides de apariencia zigurat, estructuras tipo megalíticas y ciudades de gran tamaño, fueron simultáneamente establecidas en cada continente del planeta y ¿gentes de la ciencia, reclaman que fueron supuestamente trabajadas, usando únicamente instrumentos de piedra? Este fue conocimiento angelical de los caídos y la capacidad de propulsar a las culturas, a subir en rápido avance. Los pueblos pre-adámicos, que fueron adoptados por los Annunaki, no sabiendo nada mejor, los aceptaron y los adoraron como sus dioses. Como Adán y Eva del paraíso, los pueblos pre-adámicos no podían comprender, las circunstancias de la situación en la que ellos se encontraban y el ¿por qué le darían culto como dios a un ser, que demanda un ritual de sangre, sacrificar víctimas, y frecuentemente un comportamiento canibalístico?

Otra cosa de gran interés que alude Credo, es el grupo ocultista elitista, quienes hemos llegado a conocer como la masonería. Afirma que algunos miembros de estas sociedades secretas, no sólo saben sobre el nacash, sino también lo adoran, especialmente, la serpiente antigua conocida por la gente de Credo como Jabulón. Este Jabulón se dice que es el rey de los dragones, y está en posesión de la capacidad de matar a otras criaturas, con la vista. Jabulón es el gran dragón, que fue expulsado en el segundo día. Él es la serpiente antigua, que Apocalipsis 12:9 llama “el diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; él fue arrojado a la Tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él”.
Credo, así como de otras tradiciones orales, especialmente aquéllas de la tribu Dogon, se refieren a estos seres, como procedentes de Orión y haber vivido aquí en el planeta, antes de la aparición de la humanidad moderna de hoy día, sobre la Tierra. También se menciona la construcción, de las ciudades subterráneas y sistemas de túneles, que conducen a la interconexión de varias ciudades subterráneas y bases, reclamadas por muchos como en existencia. Credo dice de los viejos dioses, que asustaban en su apariencia y que se parecían a los cocodrilos, que andaban erguidos y erectos, al igual que la referencia del nacash de Génesis capítulo 3. Uno puede oír, en las tradiciones orales de Credo y en la mitología, la confirmación de esta especie de ser, habiendo existido como parte de la experiencia natural del mundo. Nota también que Credo sugiere el uso de botes mágicos y —como la Biblia confirma— con habilidades de cambiar de forma. Y mientras que la humanidad, de hoy en día, podría considerar la existencia de tal inteligente reptil, como una cosa que raya en la locura, la verdad subyacente es que estos seres, han estado con nosotros durante mucho tiempo.

Otro aspecto interesante del testimonio de Credo, es que se alinea con el testimonio de Thoth, el Atlante Sacerdote Rey, quien describe en las Tablas Esmeralda de Thoth cómo su pueblo, los atlantes, se habían involucrado con la serpiente como seres interdimensionales. Fueron estos seres, citados como los hijos de Belial o hijos de las tinieblas, que les enseñaron el ritual de las puertas estelares y puertas dimensionales superiores, lo que resultó en su incontrolable liberación del cataclismo, en el mundo, el cual nos afecta, incluso, hasta nuestros días. Esta interacción dio lugar a la destrucción, de lo que entonces era la edad de oro de la Atlántida y su imperio, en el archipiélago.

De particular interés en todos los textos, son los diversos pasajes refiriéndose a los Annunaki ángeles dragón, como de tener la capacidad de poseer cuerpos, absorber personalidades, e incluso, encarnar gobernantes y líderes humanos para establecer su dominio, en el establecimiento de su gobierno oculto sobre los hijos de los hombres. Fue el nacash que llevó a los atlantes, a su desaparición definitiva como pueblo y nación. Thoth nos da detalles en este texto que confirman, una vez más, la realidad esotérica de los señores dragón y como su raza antigua, precedió a la de la humanidad moderna.

Estas tablas también nos otorgan una idea, de la destrucción histórica de la Atlántida y cómo Thoth y el remanente de su sacerdocio, fueron enviados a los hijos de Khem, para ayudar en la construcción de la Gran Pirámide de Giza. Sería su intercepción con los egipcios, lo que elevaría su conocimiento y capacidad, como pueblo incrementando su estatura dentro del mundo. Hay pocos pasajes particulares que me gustaría destacar, de estas tabletas, para otorgar al lector una mayor comprensión, de lo que he estado discutiendo aquí.


Extracto del libro de Zen García SONS OF GOD, who are we? why we are here? (Hijos de Dios, ¿Quiénes Somos? ¿Porqué Estamos Aquí?)







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