Por Zen García
En la siguiente parte de este
capítulo, me gustaría presentar al lector las ideas importantes, de un africano
Zulú sangoma, llamado Credo Mutwa, nacido el 21 de Julio de 1920, de padre
cristiano y madre Zulú. A la edad de catorce años, Credo fue iniciado, por una
de las hijas de su abuelo, una sangoma, enseñada ella misma por el abuelo de
Credo, un anciano de la sabiduría tradicional africana.
Ha llevado a cabo algunas
entrevistas muy profundas, con David Icke y Rick Martin, la cual, tomada en
tangente, provee una profunda visión de la historia antigua de este planeta y
sus interacciones, con la antigua raza de reptiles que yo llamo el nacash. En
su conocimiento tradicional, Credo alude a Satanás como una serpiente, un
hechicero al igual que el nacash, que se describe en Génesis 3 y la Sabiduría
de Salomón. En su lengua tribal el nacash se los llama Chitauri o Chitauli, que
significa “los dictadores, los que nos hablan de la ley”. Conocida como
Jabulón, en su tradición, Satanás es —de acuerdo con su gente— el rey de los
Chitauri que, como el basilisco o Medusa de la mitología Griega, posee el poder
de matar a los seres humanos por la vista. Adoctrinados en leyendas, mitologías
y las tradiciones antiguas, nosotros no estamos privados de escuchar el
conocimiento que Credo conserva, el cual, —si lo profundizamos en— confirmará
el relato bíblico de estos antiguos seres dragón, habiendo estado aquí, muchos
antes de la presencia de la humanidad moderna en este planeta.
Pero, cuando los Chitauri
llegaron a África le dijeron a nuestra gente, que eran dioses y que ellos iban
a darnos a nosotros, los seres humanos, grandes regalos con una condición.
Tuvimos que adorarlos y aceptarlos como nuestros creadores. Algunos dijeron a
nuestra gente, que eran nuestros hermanos mayores, y que esta Tierra les había
producido hace generaciones. Y ellos dijeron, que habían regresado a la matriz
verde de su madre y que ellos iban a hacernos dioses.
Jabulón,
señor, es un dios muy extraño, supuestamente, es el líder de los Chitauri. Él
es un dios, para mi gran sorpresa, el cual me encontré a ciertos grupos de
personas Blancas, especialmente, adorándoles. Hemos sabido de
Jabulón por muchos, muchos siglos, nosotros los Negros. Pero estoy sorprendido
que hay gente blanca, que adora a este dios y estas personas, entre ellos, son
gente quienes, muchos, les han culpado por todas las cosas que han sucedido en
la Tierra, es decir, la gente Masónica (Masones). Creemos que Jabulón es el
líder de los Chiaturi. Él es el viejo. Y uno de sus nombres, en el idioma
africano, señor, es Umbaba- Samahongo- el señor rey, el gran padre de los
terribles ojos porque creemos que Jabulón tiene un ojo, que si lo abre, se
muere si te mira.
Antes
que los seres humanos fueran creados en este planeta, había existido una raza
muy sabia de gentes, conocidas como los Imanyukela. Estas personas habían
venido de la constelación, conocida por la gente blanca como Orión, y habían
habitado nuestra Tierra, durante miles y miles de años. Y que antes habían
dejado nuestra Tierra, para volver una vez más a la constelación de la Araña
sagrada, que hizo una gran evacuación debajo de la Tierra, debajo de
las montañas de Ruwensory y las montañas de la Luna. Y en el fondo de las
entrañas de la Madre Tierra, los Imanyunkela, construyeron una ciudad d
edificios de cobre. Una ciudad con una muralla de plata a su alrededor. Una
ciudad construida en la gran montaña de cristal puro. La montaña del
conocimiento. La montaña de la que todo el conocimiento viene sobre la Tierra.
Y una montaña, en la cual, todo el conocimiento de la Tierra vuelve en última
instancia.
No
importa a dónde vaya en África, no importa qué tan profundo en el interior del
continente oscuro que pises, encontrarás historias muy antiguas, las cuales son
increíblemente similares. Encontrarás tribus y razas africanas, quienes te
dirán que son descendientes de los dioses, que vinieron de los cielos hace
miles de años. Algunos, sin embargo dicen, que esos dioses vinieron a ellos
desde el mar, en barcos mágicos hechos de cañas o madera o cobre o, incluso
oro. En algunos casos, estos dioses y diosas son descritos como hermosos seres
humanos, cuyas pieles eran azul brillante o verde o incluso plata.
Pero, la mayoría de las veces, usted encontrará que se dice que estos grandes
dioses, especialmente, los que vinieron del cielo no eran humanos, criaturas
escamosas, quienes vivieron la mayor parte del tiempo en el barro o en el agua.
Criaturas de una apariencia extremadamente alarmante y horriblemente fea.
Algunos dicen que estas criaturas eran como los cocodrilos, con dientes y
mandíbulas como de cocodrilo, pero con grandes cabezas redondas. Algunos dicen
que estas criaturas son muy altas, con cabezas de serpiente, insertadas en
largos cuellos delgados, los brazos y piernas muy largos. Son aquellos que se
nos dice, que esos son los dioses que vinieron del cielo, viajando a través de
la Tierra en botes mágicos, hechos de metal brillante, plata, cobre u oro.
Barcos que tenían la capacidad de navegar sobre el agua o incluso, volar por el
cielo como pájaros. En toda África, se nos dice que estos misteriosos seres,
enseñaron a los seres humanos muchas cosas. Enseñaron a los seres humanos como
tener Leyes, el conocimiento de hierbas, la medicina, el conocimiento de las
artes y el conocimiento de los misterios de la creación y el cosmos, como un
todo. Se nos dice que, algunos de estos dioses, tenían la capacidad de cambiar
sus formas a voluntad. Tenían la capacidad de asumir la forma y la apariencia,
de cualquier criatura que hay en la Tierra, cada vez que tenían una buena razón
para hacerlo. Un dios del cielo podría, incluso, convertirse así mismo en un
rinoceronte y elefante. O incluso, una cigüeña, un dios del cielo, podría
convertirse, incluso, en una roca o un árbol.
En
África estos misteriosos dioses son conocidos por varios nombres; en África
occidental, en la tierra de la gente Bumbara, estos anfibios o reptiles, dioses
del cielo, se conocen como Zishwezi. La palabra Zishwezi significa, cualquiera
de los nadadores o los buzos o los planeadores. Se decía que estos dioses del
cielo, podían bucear por encima de las nubes, a la parte superior de una
montaña, cada vez que les daba la gana, sino que también podría tener
inmersiones profundas en el fondo del océano y de allí, recoger objetos mágicos
y luego llevarlos a la orilla, colocarlos a los pies de la gente atónita de
color (negros).
En
la tierra del pueblo Dogon, nos encontramos con el famoso Nommo, una raza de
seres reptiles o anfibios, que decían venir de la estrella Sirio para dar
conocimiento y la religión, para el pueblo negro de Dogon… A uno le dicen que
cuando el Nommo llegó del cielo, en su fantástico barco del cielo, había varios
de ellos, trece o catorce de ellos. Y crearon un lago, alrededor de su barco de
cielo y cada mañana, ellos solían nadar de su barco del cielo, a la orilla del
lago y allí predicar al pueblo, que se reunían en gran número alrededor del
lago. Se dice que antes de que el Nommo se marchara, volvía con un gran ruido,
de nuevo a su estrella madre, que primero eligió a uno de su número, mató a
este y cortó su cuerpo en pedazos pequeños y luego, dio estas piezas al pueblo
reunido, para comer en el primer ritual sacrificial de su tipo en el mundo.
Cuando la gente, había comido de la carne sagrada de la criatura de las
estrellas y bebieron su sangre, mezclada con agua, el Nommo tomó la mandíbula
inferior de su criatura, y por un increíble efecto de la magia, llevó a toda la
criatura de regreso a la vida. Se nos dijo que ésta, es la manera que el Nommo
enseñó a nuestra gente, que no hay muerte y que atrás de cada muerte, habrá una
resurrección.
En
las Américas, en el sur de América Central, y sobre todo, la serpiente
emplumada se llama Quetzalcóatl, y entre mi pueblo, los zulúes, encontramos la
creencia en una serpiente llamada Yndlondlo. El Yndlondlo se dice que es una
gran mamba, o un enorme pitón, cuyo cuello está cubierto de plumas azul
grisáceas, como las plumas de una grulla azul, y en la parte superior de la
cabeza de las serpientes, crecen tres plumas. Una verde, una roja y una blanca,
que parecía un enorme avestruz con plumas en la cola. El Yndlondlo como el
Quetzalcóatl Americano (Sur), se asocia con el hijo de Dios.
Credo
Mutwa
Me gustaría destacar algunas cosas, que Credo
habló en este testimonio. Primero noten que el Chitauri o Chitauli, como el
Annunaki o Nefilim, son reptiles en naturaleza y descienden de los cielos a la
Tierra, para iniciar contactos formales con culturas humanas, pre-adámicas, aún
sin desarrollar tecnología y una estructura organizacional. La ayuda de los
caídos a estas culturas pre-adámicas primitivas, llegó a ser esencial para el
rápido avance y establecimiento, de lo que llegó a ser las sociedades complejas
y altamente organizadas. Fomentando el desarrollo, los caídos levantaron
civilizaciones en imperios antiguos, sofisticados en la construcción social y
la planificación civil compleja. Estas pirámides de apariencia zigurat,
estructuras tipo megalíticas y ciudades de gran tamaño, fueron simultáneamente
establecidas en cada continente del planeta y ¿gentes de la ciencia, reclaman
que fueron supuestamente trabajadas, usando únicamente instrumentos de piedra?
Este fue conocimiento angelical de los caídos y la capacidad de propulsar a las
culturas, a subir en rápido avance. Los pueblos pre-adámicos, que fueron
adoptados por los Annunaki, no sabiendo nada mejor, los aceptaron y los
adoraron como sus dioses. Como Adán y Eva del paraíso, los pueblos pre-adámicos
no podían comprender, las circunstancias de la situación en la que ellos se
encontraban y el ¿por qué le darían culto como dios a un ser, que demanda un
ritual de sangre, sacrificar víctimas, y frecuentemente un comportamiento
canibalístico?
Otra cosa de gran interés que
alude Credo, es el grupo ocultista elitista, quienes hemos llegado a conocer
como la masonería. Afirma que algunos miembros de estas sociedades secretas, no
sólo saben sobre el nacash, sino también lo adoran, especialmente, la serpiente
antigua conocida por la gente de Credo como Jabulón. Este Jabulón se dice que
es el rey de los dragones, y está en posesión de la capacidad de matar a otras
criaturas, con la vista. Jabulón es el gran dragón, que fue expulsado en el
segundo día. Él es la serpiente antigua, que Apocalipsis 12:9 llama “el diablo
y Satanás, el cual engaña al mundo entero; él fue arrojado a la Tierra, y sus
ángeles fueron arrojados con él”.
Credo, así como de otras tradiciones orales,
especialmente aquéllas de la tribu Dogon, se refieren a estos seres, como
procedentes de Orión y haber vivido aquí en el planeta, antes de la aparición
de la humanidad moderna de hoy día, sobre la Tierra. También se menciona la
construcción, de las ciudades subterráneas y sistemas de túneles, que conducen
a la interconexión de varias ciudades subterráneas y bases, reclamadas por
muchos como en existencia. Credo dice de los viejos dioses, que asustaban en su
apariencia y que se parecían a los cocodrilos, que andaban erguidos y erectos,
al igual que la referencia del nacash de Génesis capítulo 3. Uno puede oír, en
las tradiciones orales de Credo y en la mitología, la confirmación de esta
especie de ser, habiendo existido como parte de la experiencia natural del
mundo. Nota también que Credo sugiere el uso de botes mágicos y —como la
Biblia confirma— con habilidades de cambiar de forma. Y mientras que la
humanidad, de hoy en día, podría considerar la existencia de tal inteligente
reptil, como una cosa que raya en la locura, la verdad subyacente es que estos
seres, han estado con nosotros durante mucho tiempo.
Otro aspecto interesante del
testimonio de Credo, es que se alinea con el testimonio de Thoth, el Atlante
Sacerdote Rey, quien describe —en las Tablas Esmeralda de Thoth— cómo
su pueblo, los atlantes, se habían involucrado con la serpiente como seres
interdimensionales. Fueron estos seres, citados como los hijos de Belial o
hijos de las tinieblas, que les enseñaron el ritual de las puertas estelares y
puertas dimensionales superiores, lo que resultó en su incontrolable liberación
del cataclismo, en el mundo, el cual nos afecta, incluso, hasta nuestros días.
Esta interacción dio lugar a la destrucción, de lo que entonces era la edad de
oro de la Atlántida y su imperio, en el archipiélago.
De particular interés en todos
los textos, son los diversos pasajes refiriéndose a los Annunaki ángeles
dragón, como de tener la capacidad de poseer cuerpos, absorber personalidades,
e incluso, encarnar gobernantes y líderes humanos para establecer su dominio,
en el establecimiento de su gobierno oculto sobre los hijos de los hombres. Fue
el nacash que llevó a los atlantes, a su desaparición definitiva como pueblo y
nación. Thoth nos da detalles en este texto que confirman, una vez más, la
realidad esotérica de los señores dragón y como su raza antigua, precedió a la
de la humanidad moderna.
Estas tablas también nos
otorgan una idea, de la destrucción histórica de la Atlántida y cómo Thoth y el
remanente de su sacerdocio, fueron enviados a los hijos de Khem, para ayudar en
la construcción de la Gran Pirámide de Giza. Sería su intercepción con los
egipcios, lo que elevaría su conocimiento y capacidad, como pueblo
incrementando su estatura dentro del mundo. Hay pocos pasajes particulares que
me gustaría destacar, de estas tabletas, para otorgar al lector una mayor
comprensión, de lo que he estado discutiendo aquí.
Extracto del libro de Zen García SONS OF GOD, who are we? why we are here? (Hijos de Dios, ¿Quiénes Somos? ¿Porqué Estamos Aquí?)
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