martes, 5 de mayo de 2015

La Caída del Cielo " Ángeles del Destino" por Zen García



Éste es el tercer libro que ha escrito Zen García que se ha traducido al español y que ahora está disponible para su compra. Éste libro entre otras muchas cosas habla de la Preexistencia (encarnación NO reencarnación), la Preexistencia del Espíritu entre otras muchas reflexiones más.

Cuando un bebé nace pensamos que es la primera vez que existe esa alma- espíritu, pero si lee éste libro se va a encontrar con toda una perspectiva muy diferente a lo que hemos sido enseñados. Éste libro le quitará muchos velos acerca de ¿Quiénes somos? ¿Por qué estamos aquí? ¿Qué sucede después de la muerte? Tenemos un destino? ¿Hemos Preexistido?

El autor Zen García ha leído la Biblia, y los libros apócrifos que ELLOS han removido con el propósito de mantenernos en la ignorancia y que antes formaban parte de ésta, además cientos de manuscritos y escritos antiguos, mitologías, el Targum, Tablas Esmeralda, los Códices de Nag Hammadi, entre muchos otros, llegando a la conclusión que muchos de éstos escritos que casi nadie lee, lejos de contradecir las Sagradas Escrituras, confirman y amplían nuestro entendimiento de la misma, habiendo muchos versos y pasajes que traen mucha luz a nuestro entendimiento.

Aquí la Introducción de éste libro:


INTRODUCCIÓN

M
i esperanza con este mi séptimo libro, es dilucidar y exponer sobre la premisa de la pre-destinación, la pre-existencia y la pre-elección, para que con optimismo pueda despertar tal discernimiento dentro de ti como lector, de manera que puedas comprender tu papel excepcional y razón de estar aquí, en la carne y en este momento. Mi esperanza es interpretar lo que ocurrió, durante la era pre-Adámica y la historia humana moderna, para explicar la pérdida colectiva de nuestro primer estado y por qué que estamos ahora en ésta, necesaria encarnación, en cuerpos de carne y en este mundo caído.

Voy a seguir la historia de mi sexto libro, "Hijos de Dios: ¿Quiénes Somos y Por qué Estamos Aquí? ", y explicar con más detalle cómo y por qué Adán y Eva tuvieron que caer y cómo esto comenzó, al mismo tiempo, la Segunda edad del mundo, lo cual dio lugar a la caída colectiva de la humanidad, resultando la enemistad de Génesis 3:15, entre la simiente de la mujer y la semilla de la serpiente. Esta pre-historia tiene relevancia por lo que somos ahora, así como a la conclusión de cómo y por qué vinimos a estar forma de carne. A menos que uno entienda que nosotros, como hijos de Dios, habíamos sido parte de la original Administración de la Estrella de la Mañana (Morning Star Administration), dedicada a servir al Creador y su Hijo, y que debido a nuestro propio fracaso y acciones durante ese tiempo, es el por qué nos encontramos en carne ahora. Sin este entendimiento, uno podría ser apto para culpar a Eva y su engaño, como la razón de la caída colectiva de la humanidad. Sin embargo, le echamos la culpa a Eva del pecado original, de encontrarnos en  la carne ahora. Sé que para aquellos que nunca han oído hablar de la caída, ésta es una enseñanza difícil de asimilar; pero, una vez que uno entiende la encarnación y cómo es que terminamos entrando en la carne en un estado caído, y en un planeta caído rodeado de diablos y demonios, empeñados en la destrucción colectiva de la semilla de la mujer, así como de los hijos y la genealogía de Adán, sólo entonces empezaremos a entender nuestro papel durante y dentro de la guerra en el cielo.

Como se explica en detalle, en mi sexto libro “Hijos de Dios: ¿Quiénes Somos y Por qué Estamos Aquí?”, la coronación de Yahuhsuah (JesúsCristo), como la luz y el gobernante de los cielos etéreos y más altos y su dominio, está coronado y asentado en la creación por el Padre, Yahweh, y Creador de todos nosotros, llegando a ser el catalizador para la rebelión de Lucifer que resulta en la separación de las fuerzas de oposición de la luz y el bien, y la oscuridad y el mal. Éste es también el momento, cuando la iniquidad se encontró dentro de él, por lo que él decidió intentar el derrocamiento del Altísimo, en lugar de servir como querubín, protegiendo y supervisando el propiciatorio. A lo largo de este libro, así como de mis otros libros, usaré los nombres Yahuhsuah para JesúsCristo y para Yahweh YHWH o el Padre.

Lucifer nunca tuvo la oportunidad de derrocar a su hacedor, pero el Padre y el Hijo le permitieron continuar con su insurrección, mientras él se reunió con todos los ángeles del Altísimo, para trazar el derrocamiento. Un tercio de los ángeles del Señor accedieron a unirse a él en la rebelión. La división de la luz y la oscuridad y la revelación de la oposición se inauguró, fomentó la guerra en el cielo y envolvió a muchos en el conflicto. Esta guerra todavía se está librando ahora en la tierra, como la enemistad entre los dos líneas de sangre. Este planeta, en un sentido, es una realidad virtual y una simulación permanente de las guerras en el cielo.

Nosotros, como parte del colectivo elohim e hijos de Dios, teníamos un papel que desempeñar en la guerra en el cielo. Algunos aquí eran parte de los que se unieron a Lucifer y a los ángeles seráficos, en la rebelión contra el Altísimo y de Su Hijo, algunos eran leales a la administración de la Estrella de la Mañana (Morningstar) y lucharon contra Lucifer y los ángeles que se rebelaron. La mayoría eran parte de los que esperaban la conclusión de la guerra, no estaban seguros en cuanto a qué lado  unirse. Aquellos quienes están y han estado encarnados, en cuerpos de carne, durante la segunda edad del mundo, estaban envueltos en esa antigua guerra y lo que hicieron o no hicieron durante ese tiempo, trajo como consecuencia la encarnación ahora en carne. El nacimiento en la segunda edad del mundo, es consecuencia del pecado original, que está conectado a la anterior división, rebelión y guerra en el cielo. Esto no quiere decir que todos estábamos mal, o que formábamos parte de las fuerzas que se unieron a Lucifer en la rebelión contra Yahushua (Jesús). Los que están en forma de carne ahora, son representativos de todas las clases de ángeles, que pre-existieron antes de la rebelión y el posterior destierro de los ángeles rebeldes de los cielos superiores.

Hay un propósito especial para toda nuestra entrada en forma de carne ahora y depende de nosotros, individualmente, el descubrir ese propósito. En orden de saber a dónde vamos, debemos saber de dónde hemos venido Es importante descubrir lo que somos y de abrazar el propósito de determinar a quién vamos a elegir servir, mientras estemos en carne. Porque nosotros somos la higuera y la última generación, que verá la culminación de la guerra en el cielo y la conclusión final de la enemistad, entre la simiente de la mujer y la simiente de la serpiente.

Debido a que muchos están ocupados tratando de estar en el mundo, la mayoría han olvidado lo que considero es la parte más importante de nuestra encarnación en cuerpos de carne, despertando a nosotros mismos para recordar y explicar quiénes somos, por qué estamos aquí y todo lo que es esta vida y la existencia.

Aunque este mundo está dominado por las necesidades físicas de nuestro cuerpo de carne, innato en cada uno de nosotros, están durmiendo recuerdos de nuestro pasado espiritual, recuerdos de nuestro primer estado, donde juntos pre-existimos con el Padre y el Hijo. Aunque la mayoría no tiene recuerdos de tales revelaciones, el espíritu retiene tal contabilidad y los que buscan el Reino en perseverancia, seriamente, accederán a esos recuerdos. Sin embargo, la matriz (mátrix) de la vida es tal, que la mayoría no tiene tiempo ni espacio, para comprometerse con la búsqueda de las grandes cuestiones del ser; la mayoría están bastante ocupados con los compromisos del trabajo, la familia y la sociedad que cuando uno tiene tiempo, se utiliza tratando de recuperar el ritmo frenético, en la gestión de los asuntos diarios. Aquellos que se dan el lujo de tener tiempo de inactividad, a menudo no están inclinados a buscar el espíritu, de tal forma que no se le da prioridad. Muchos están completamente satisfechos con las extravagancias y las distracciones de este mundo y no desean nada, más que complacerse aún más en lo carnal, con los placeres del mundo.

Al igual que en los días de la Atlántida, la mayoría no tiene en cuenta para nada la naturaleza espiritual y sólo se satisfacen los deseos de buscar la carne. La obsesión por el deseo carnal, causó que los elohim y nephilim, abandonaran sus compromisos con el cielo y dejaran su lugar de morada, los ató en imprecación mutua con las mujeres de entre los hijos de los hombres. El pecado asociado con tal sacrilegio fue lo suficientemente grande, para que el Padre les condenara al encarcelamiento y la aniquilación total, al final de los tiempos. Su deseo por prostitutas después de las hijas de la humanidad, los excluyó del favor del Altísimo y ahora, no tienen ninguna posibilidad de redención y no se pueden contar para la salvación. La caída de los observadores (watchers) como se cita en Génesis Capítulo 6, se produjó durante el tiempo de Jared, el padre de Enoc. Sin embargo, los ángeles caídos ya estaban involucrados, en el intento de crear una raza de esclavos desde el pre-adámico y fue aquí, en este planeta, antes de que el Padre decidiera crear a la humanidad moderna. Los encarnados en cuerpos de carne ahora y que, al igual que los nephilim y observadores (watchers), están hipnotizados por el atrapamiento de la carne, también se cuentan entre los paganos excluidos de las herencias de la eternidad.

Descifrar quiénes somos y por qué estamos aquí, tiene que ver con la seguridad de nuestro lugar, en el cielo o en el infierno. La comprensión de la pre-existencia y cómo esto se vincula a la vida en que nos encontramos ahora, es en mi opinión, la clave para responder a las preguntas más grandes de dónde hemos estado, respondiendo a las razones grandiosas del por qué estamos aquí y hacia dónde vamos. Al explicar la pre-existencia y pre- destinación, voy a destacar tres aspectos: la pre-existencia de Cristo, la pre-existencia de los santos y la pre-existencia de la humanidad, como un todo colectivo. ¿Ya ha estado nuestro nombre escrito en el libro de la vida en la eternidad? Y si es así, el propósito del despertar es para no ser borrados, sino para ser incluidos en el libro de la vida y contarse entre los elegidos. El Padre ofreció a Caín la oportunidad de elegir el bien, pero él eligió, por voluntad, alinearse con el hijo de la desobediencia.


Mi esperanza es que al compartir esta revelación contigo, como lector, te ayudará a tener memoria de ti mismo, de modo que puedas abarcar la comprensión de que somos seres espirituales, atrapados en la carne y que tenemos un voto sagrado, de venir aquí para ser juzgados y probados por Satanás y los ángeles rebeldes. Este conocimiento, si me lo permites, puede habilitar a uno a la comprensión del qué es lo que debemos hacer, para cumplir con la tarea y la misión atribuida a nosotros por el Padre y el Hijo, incluso antes de entrar en el desafío de esta encarnación y mientras aún tenemos tiempo. Los que abrazan esta epifanía, son llamados a compartir con otros la misma luz de la auto-verdad, que conduce al recuerdo de uno mismo, ya que fuimos comisionados por Cristo para conocernos. Los vencedores prevalecerán y habrán elegido el camino angosto, pero pocos son los que la hallan. 

















 
 


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