domingo, 17 de julio de 2016

Estás abriendo puertas a los demonios? Aquí te decimos como cerrarlas


He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo,
Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.

Mateo 1:23 Reina Valera 1960

Jesús es Dios! Amen!




Abriendo puertas a los demonios
Por el Dr. T. Preston Bailey Jr.

Los demonios no suelen atacar a cualquiera simplemente sin razón. La persona abre una puerta espiritual a través de muchas maneras diferentes. Algunos de ellos son:

1. La práctica de la magia blanca o negra
2. El comportamiento sexual inmoral
3. Las drogas
4. Los pecados de los antepasados
5. Una mente pasiva como la hipnosis
6. La adivinación
7. Espiritismo o comunicarse con los demonios
8. Asociación con la gente demonizada
9. Los temores
10. La posesión de un objeto maldito
11. Alguien coloca una maldición sobre ti
12. Adorando ídolos (santos, imágenes, vírgenes)
13. Nueva Era o prácticas religiosas falsas
14. Rebelión
15. Cualquier obra de la carne como la ira incontrolada
16. El comportamiento criminal
17. El abuso de niños


Esto es sólo una muestra de las puertas que la gente abre que permite a los demonios atacar. El comportamiento pecaminoso necesita ser renunciado y corregido y un comportamiento justo debe ser puesto en lugar del mal comportamiento.


ORACIÓN DE RENUNCIACIÓN
Oración del Dr. Preston T. Bailey, Jr.


En el nombre de Jesucristo y por medio de su sangre derramada, ato todos los espíritus malignos, espíritus astrales proyectados, o espíritus híbridos que están tratando de herir o influir en mí. Como uno que ha aceptado a Jesucristo como Salvador y Señor, renuncio a todos los pecados de mis antepasados ​​hasta diez generaciones y todas las formas de brujería que han participado o se practicaron en forma alguna.

Desde que he estado co- crucificado con Cristo, cancelo todas los trabajos  demoníacos contra mí y clavo a la cruz todas las maldiciones, oraciones malignas, brujería, hechizos, conspiraciones, o planes malignos que se han puesto en mi contra y reclamo por la fe que son nulos y sin efecto y están cubiertos por la sangre de Cristo.

Ahora me retracto de todo terreno que he cedido a satanás por mis pecados y los pecados de mis antepasados ​​y  reclamo por fe que todos ellos son perdonados y limpiados por la sangre de Jesucristo. Afirmo que de nuevo gano terreno por la autoridad del Señor Jesucristo y lo dedico al Señor. Cedo por la fe cada área de mi vida al señorío de Cristo y al control total del Espíritu Santo. Dedico mi espíritu, alma y cuerpo a Jesucristo y reclamo por la fe que yo estoy lleno del poder del Espíritu Santo.

Desde que he sido crucificado y resucitado con Cristo, reclamo por la fe que por medio del Señor Jesucristo  yo puedo hacer todas las cosas. Desde este momento, rompo todo lo que me había tenido sujeto a satanás y renuncio a ello por la sangre de Jesucristo. Puedo reclamar por la fe que tengo  toda la armadura de Dios, el escudo de la fe para apagar todos los dardos de fuego del maligno, la espada del Espíritu para vencer a todos mis enemigos, y estoy cubierto por la sangre de Cristo. Todo esto lo afirmo en el nombre y autoridad del Señor Jesucristo. AMEN!


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